Divergente es una excelente distopía, ya que en ese mundo futuro, en el que la sociedad se vio destruida en el pasado y tuvo que volver a resurgir, ahora está organizada en "facciones": Abnegación (los encargados del gobierno), Cordialidad (los encargados de cosechar), Erudición (doctores, maestros, científicos), Osadía (la autoridad/policía) y Verdad (encargados de las leyes/abogados).

En este mundo, todos los adolescentes de 16 años "toman una prueba de aptitud" en la que, como su nombre lo dice, les dice qué características y virtudes tiene cada quien para que tomen en cuenta para la "Ceremonia de Elección". En la Ceremonia de Elección cada adolescente tiene que elegir una facción, en la cual trabajará y vivirá por el resto de su vida. Después tendrán que hacer una "Iniciación" en su nueva facción elegida, y al pasarla, comenzarán su vida de adultos. (De no pasarla, se convertirán en "abandonados" o "sin facción" que son prácticamente como indigentes.)

Toda la gente parece vivir cómoda y de acuerdo con que la sociedad esté dividida en facciones, menos Beatrice.

Beatrice se da cuenta que ella es diferente ya que no encaja al 100% en ninguna facción porque tiene aptitudes para varias facciones, eso quiere decir que ella es "Divergente". Pero ser divergente no es algo precisamente bueno, es más bien "peligroso" para el gobierno. En este mundo las autoridades no quieren que existan los "divergentes".

Y así es como empieza la primera parte de la trilogía Divergente. 

En mi opinión la idea de Veronica Roth se me hizo muy interesante y diferente. Desde la primera página me atrapó. Tiene mucha acción y algo de romance que, para mí, hace una combinación perfecta. Me encariñé muchísimo con todos los personajes. Amé la historia. Amé todo.

En fin, me fascinó el mundo de Divergente y se convirtió en uno de mis libros y distopías favoritos.
Lo recomiendo muchísimo. 

5/5
Si pudiera le daría más estrellas
Personajes: 5/5
Historia: 5/5
Portada 5/5
Todo el mundo tiene que leerlo